Born and Raised: John Mayer y su sombrero del renacimiento...


Born and Raised: John Mayer y su sombrero del renacimiento
Por Guillermo Zamudio: @_vice25


 En ambos lados de una carretera solitaria los árboles se acompañan de un pasto con rastros de color verde, más manchado por el tono suave del café que evidencian deshidratación, las áridas montañas flanquean el sol que se esconde poco a poco al final del asfalto sobre el cual se dibuja la sombra de un hombre que recorre el camino con su guitarra acústica colgada a la espalda. Ese es el John Mayer de Born and Raised.


En éste disco, el estilo country predomina, es imposible escucharlo y no imaginar a Mayer sentado en unas pequeñas escaleras al pie de una casa con la mirada fija en el horizonte, una típica escena norteamericana…

La habilidad de John en la guitarra sigue tan presente como en sus entregas anteriores pero éste en particular es un disco que remarca más su faceta de cantautor para la que Chuck Leavell en los teclados es el complemento perfecto y las trompetas, armónicas, violines y voces extra ayudan a crear esa atmósfera de tranquilidad tan característica de los discos de Mayer.  

La parte fuerte del disco indudablemente esta en la combinación que logran las experiencias dentro de las letras, de las melodías vocales y la música, ese trío es el que lleva todo el peso del álbum pero aun así existen varias partes meramente instrumentales que hacen su parte de maravilla, tanto por su belleza natural como por su gran composición musical, la trompeta de Walt Grace's Submarine Test, January 1967 y el piano al final son para repetirse muchísimas veces.

Esta canción es mi favorita por ser diferente a la mayoría del disco en cuanto a su contenido lírico, mientras que el resto de las canciones versa en torno a temas como el encontrarse a sí mismo, al reconocimiento de errores, Walt Grace's es una historia sobre un hombre, un sueño y un submarino, tiene una narrativa que comienza y termina en poco más de 5 minutos, además  musicalmente también difiere un poco, no tiene coro.

The Age of Worry es esa canción que tiene una vibra de aspiración y descubrimiento personal que a Mayer tanto le gusta hacer, el miedo a la soledad: don’t be scared to walk alone, don't be scared to like it, la necesidad de enfrentar las situaciones: to defend your innocence, sin importar cuánto te equivoques: while you do everything wrong.

El resto de las canciones transmiten un sentimiento de desahogo, quizá por su cirugía de garganta que lo confinó a no hablar por un mes y a “vivir como un monje” o por las declaraciones que dio en entrevistas y que derivaron en ser clasificado como una persona racista. Sea cual sea la razón tenemos un John Mayer que señala el “final de sus días de sombra”, que suena mucho más maduro.

Aún así no creo que este sea el paso adelante ni para su carrera ni para su vida, sin embargo, si veo Born and Raised como ese puente tan necesario para marcar un antes y un después entre el presente del músico y lo que viene para él, dice lo que calló, aquí se deshace de todo aquello que se guardo tanto tiempo con las personas con las que tuvo algún tipo de relación, se muestra como no lo hizo antes para que lo veamos diferente después.

Probablemente de ahí el título del disco, nacer nuevamente y ser criado de una forma distinta.

Born and Raised es un disco cálido, lleno de ese ambiente del sur estadounidense y que cumple con sus diversos objetivos. Mantiene bien a Mayer dentro de la escena musical (su último disco, Battle Studies, salió a finales de 2009) y satisface a sus fans con nuevas y buenas canciones pero en lo que triunfa es en ofrecerle a su autor una oportunidad de reinventarse a sí mismo.

El músico de 34 años ha sido alguien que de una u otra forma da de qué hablar, desde las personas con las que sale hasta por las cosas que dice en entrevistas pero definitivamente su mejor manera de expresarse siempre ha sido con su música.

 Y con esta catarsis consumada no puedo esperar a escuchar el siguiente disco.


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